martes, 23 de diciembre de 2014

Sobre amar y amor...

El amor es cuento. Y como tal, hay tantos y tantos tipos...
Está el amor de los que son incondicionales, el platónico, el pasajero y el sincero. Todo lo demás no es amor.

Pero, ¿qué es amor?

Amor es cerrar la puerta despacito cuando hace frío fuera. Amor es no preguntar por qué. Amor es sentir mariposas en el estómago y vomitarlas por la boca. Amor es mirar a los ojos y entender. Amor es cerrar los ojos y suspirar. Amor es soñar.
Amor es lealtad.
Sobre amar y querer no hay nada escrito. Pero la ley más poderosa es la del corazón, la que es muda. Esa no necesita ser escrita, porque, en verdad, está tatuada con tinta invisible en cada uno. La ley del amor.
El amor es un cuento. Hay algunos a los que se lo cuentan de noche, con la manta hasta arriba. A otros nada más levantarse. Otros después de comer,  como las pastillas.
El amor, como los cuentos, es pura ficción. Ninguno sobrepasa la línea de la realidad. Todos mueren en el camino, antes o después. El amor no existe, igual que no existe la magia. Porque el amor es también un tipo de magia; y algunos se empeñan en hacer magia negra, y enturbiar corazones puros. Solo aquellos que creen en ella, creerán en que un sentimiento tan potente es real.
O quizá estemos todos locos. También es una posibilidad.
Amar es derretir ojos y miradas, escuchar la sangre bombeada, correr de la mano cuando llueve. Eso nos dicen. Pero amar también es saber que te van a hacer daño. Amar es saber que vas a sufrir, que vas a llorar. Amar es ofrecer en bandeja lo mejor de ti, y esperar que la otra persona haga lo mismo. Pero incluso los corazones más puros sucumben. Sucumben al egoísmo de robar corazones y dejar vidas desangradas. Pero eso también es amor.
Amor también es insomnio. Y temor. Y dudas. Y debilidad.
El amor no es fácil, porque si lo fuera no merecería la pena. No es real, porque entonces se pudriría en un mundo roto, al que no pertenece. El amor no es siempre felicidad, porque entonces sería perfecto, y eso, contra todo lo dicho, lo haría real.
El amor no puede ser definido con 17 años de experiencia. De absoluta y completa inexperiencia. Ahora mismo no es un sueño, es una pesadilla que me despierta por las noches y me roba el sueño por las mañanas. Ahora mismo, solo veo el amor desde la parte húmeda de mi almohada. Solo es un cuento de miedo que despierta el agujero negro que amenaza mi corazón, a punto de colgar el letrero de "en ruinas".
No me digáis qué es el amor. Si lo encontrárais, decidle que me he cansado de buscarle. Pero para lo que necesite, ya sabe donde encontrarme. Yo no me voy a ir.

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