"Lléneme el corazón" le dijo al camarero. "Llénelo hasta arriba". El vaso con el líquido ámbar jugaba entre sus manos. Se resbalaba entre sus dedos, se escapaba. El parche del ventrículo izquierdo se había roto, y no hacía más que supurar. Brotaba dolor y miedo por todo su ser. Como algo mecánico, derramó hasta la última gota de ron en su garganta, acostumbrada al fuego interno. Sus venas empezaban a cambiar de color.
Comprendió que vivía en un lunes contínuo, tan lejos del sábado como de la Luna, tan solitaria allí arriba como él allí abajo.
El bar seguía siendo aquel antro de mala muerte en el que no entraba nadie. Solo el camarero acudía con cierta frecuencia para aconsejarle un sitio mejor. Una compañía mejor.
"Más" fue su única respuesta. Cerró los ojos y sintió el mareo. Una oleada de nostalgia marchitó su corazón endeble, ruinas que se estaban calcinando.
Un suspiro y un trago más. En la radio rock de los noventa, en la barra un tipo dormido con el vaso alrededor. Al fin y al cabo, también él estaba dormido.
Más que dormir, vivía en una pesadilla interminable de la que esperaba despertar pronto.
Se tambaleó de camino a la puerta, agarrándose a duras penas sobre el picaporte. Salió fuera.
Una bofetada dura y fría le tiró al suelo, más duro y más frío que aquella mano. Desde allí pudo escuchar su risa. Le estallaba en el tímpano. Se echó las manos a las orejas y se acurrucó sobre el bordillo.
"Sal de aquí" gritó, desesperado. Lloraba desconsolado mientras escuchaba aquel sonido atronador. Estaba demasiado ebrio como para ver algo más que su figura distorsionada. Ella se sentó a su lado y le acarició la espalda.
Sintió el invierno sobre su piel, la sintió pesada. Sintió que se asfixiaba bajo su roce. Empezó a ver destellos fugaces bajo aquella niebla que cubría la calle.
Tenía mucho frío. No vio ningún túnel cuando cerró los ojos y mucho menos ninguna luz. Solo oscuridad. Vio a lo lejos su corazón hecho pedazos, mientras ella lo pisaba sin ni siquiera mirarlo. Sonreía. Era la sonrisa de la muerte.
Cerró los ojos y esperó su llamada.
martes, 23 de diciembre de 2014
Roto.
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