Tú, navegante incauto.
A ti a quién imaginé surcando mis mares, recorriendo mis islas. A ti a quien preparé mi tierra para acogerte como a un náufrago perdido, y al final, fui yo quien terminó naufragando.
Tú, que vuelves como las mareas cada vez que baja mi nivel y me siento más pequeña, te diviso en el horizonte ondeando tu bandera de pirata y reclamando lo que crees que por derecho te pertenece.
Tú, que nunca quisiste anclarte en mi orilla y preferías ir y venir, mientras yo esperaba a que volviera a bajar la marea para poder divisarte.
Tú, que te embarcaste con tantas sirenas que acabé por no contar sus colas, mientras yo nunca aprendí a nadar. Y así me ahogué entre los mares que una vez fueron míos y que acabaste por surcar de uno a otro confín.
Ya no tengo ni puertos, ni provisiones, ni luz en el faro para decirte que vuelvas dando bandazos con tu barco porque ya no tengo suficiente fuerza de voluntad como para resistirme a las mareas. Esta vez no hay bote salvavidas al que subirme cada vez que te vas.
Así que, ¿cómo te atreves a volver?
domingo, 29 de mayo de 2016
Mar M.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario