Me gusta Madrid por la noche. Pasear sin prisa por llegar a casa, escuchar el rumor de la gente y el barullo de las terrazas. La diversidad de los que las habitan.
Me gusta tirarme en la cama y poner música en el móvil sin hacer nada más. Quedarme pensando sólo en lo que dicen, contar el tiempo en canciones.
Me gusta leer antes de irme a dormir pero siempre acabar el capítulo, para llegar a las líneas finales que lo cierran y poder saborear toda la incertidumbre en las pupilas.
Me gusta cuando hace calor, sales con manga corta y el Sol te dora y calienta la piel. La sensación de calidez y de luz me llena.
Me gusta visitar parques de ciudades grandes, más que un pulmón el símil es a un corazón. La vegetación late por cada persona que lo habita. Un olor a cada paso. Un camino diferente en cada elección.
Me gusta que la gente llegue antes que yo cuando hago planes. Salir del metro y ver la cara ausente de quien espera con un casco puesto.
Me gusta la gente leal, inteligente, fuerte y resolutiva. Para cualquier cosa y en cualquier momento. Son gente sencilla de tratar. Me aborrece la gente pedante, cotilla, que siempre es víctima y que solo sabe hablar de sí misma. Son gente débil, como si fuera una bomba deseando explotar cerca de ti.
Me gusta la soledad que me permite hacer las cosas que me llenan. La compañía constante me cohibe y me impide a veces expresarme con toda mi plenitud.
Me gusta mirar las tortugas y perder el hilo de mis pensamientos mientras lo hago. Como si pudiera contactar con ellas mentalmente. Es un remanso de paz y conexión especial.
Me gusta el café caliente en invierno y helado en verano. Como si fueran dos bebidas distintas. Siempre le dan sentido al "un café contigo ha sido siempre mi remedio. Simple apología a lo sencillo."
Me gusta ganar en todo lo que hago. Incluso cuando no compito. Incluso cuando es una tontería.
Me gusta experimentar a posteriori el cansacio de correr hasta tener flato, descansar, andar, volver a correr. Parar y repetir. Poner al límite mi esfuerzo, cansar los músculos, vencer el continuo "no me gusta, no me apetece, no puedo más".
Me gusta la sensación de pertenecer a algo más grande que mi persona, ser parte de un grupo; sea el que sea. Me hace sentir comprendida. Me gusta la unión, el concepto de unidad y de sacrificio.
Me gusta la disciplina, las normas. En cierta medida me gusta la comodidad y las facilidades que ofrecen. Que sea igualitario para todos los que las cumplen. Me gusta esa seguridad que te brindan. Aunque, para ser precisos, a veces me gusta aún más traspasar un poquito la legalidad de las mismas y sentir la adrenalina en las venas.
Me gusta la gente apasionada, rigurosa y comprometida con algún aspecto de su vida. Me inspira de una forma particularmente positiva. Como si fuera fácil lo que hacen y yo pudiera plantearme hacer lo que me gusta.
Me gusta sorprenderme a mí misma logrando un objetivo antes del plazo que me había dado para hacerlo. Como si fuera la primera y última persona capaz de hacer algo así.
Me gustan las personas pacientes, dedicadas, que ponen todo su empeño en conseguir sus metas. Que protegen lo suyo por encima de cualquier otro bien.
Y yo queria escribir de mí, de lo que me gusta. Pero si quiero cerrar este capítulo de mi vida tengo que incluirte. Me gusta que me gustes sin que nadie sepa que lo hago. Aunque no esté bien. Sí, definitivamente eso me gusta.