miércoles, 19 de julio de 2017

A mi yo de hoy

Perdón.
Perdón por escribir ese mensaje lleno de intenciones a alguien que las perdió hace tiempo.
Perdón por insistir, una vez más.
Perdón por querer saber cómo estás. Perdón por morirme de ganas de que tú quieras saber cómo estoy yo, así, sin ti.
Perdón por engañarme cada vez que (me) lo repito y cada vez que me ilusiono.
Perdón por no perder la esperanza.
Perdón por, aún sabiéndolo, seguir.

Y sobre todo, perdóname por saber que una parte de mí quiere hacerlo aunque duela, pensando que quizá así escarmiente y te borre para siempre.
A ti y a todos los que vendrán.

Gracias por sacarme esa fuerza, persistir y resistir al impulso de mandarlo todo a la mierda un par de veces al día. No se tuercen mis ganas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario