Continuamente pienso que el hecho de estar buscando a mi media naranja es un error. Porque mi media naranja nació dos años antes que yo y desde entonces y hasta hoy no he conocido a nadie que se le parezca. Y probablemente no lo llegue a conocer y he ahí el error de la búsqueda.
Porque no hay nadie que me defienda tan innatamente como él, incluso cuando no le toca.
Nadie que cuando entre por la puerta venga corriendo a ver qué tal el examen.
Nadie que le hable de mí a sus amigas.
Nadie que me de a cada hora un abrazo que me haga sentir llena y que me llene. Como la leche en ayuno.
Nadie que ponga a T. Swift y la imite cantando mientras yo revoluciono a gritos la melodía.
Nadie que admire tanto como yo Los Hombres de Paco.
Nadie que sienta con tanta pasión el amor de Lucas y Sara como lo sentimos nosotros.
Nadie que ponga esa sonrisita tonta cuando sale Michelle Jenner hablando.
Nadie que haya vivido el origen de Crónicas Vampíricas y lo continúe ahora otra vez.
Nadie que haya ejercido con tanta naturalidad como él. Mi mejor pareja de inglés.
Nadie que me coja la mano en una película y juegue a pasar su dedo por mi palma.
Nadie que me ponga la piel de gallina con solo rozarme y nadie a quien le guste tanto hacerlo.
Nadie que vuelva a verse una serie conmigo solo para explicarme las partes extrañas y que yo no me pierda.
Nadie que se descargue películas de disney para verlas otra vez conmigo.
Nadie que me haga pedorretas en el ombligo.
Nadie que me deje dormir en su cama.
Nadie que huela mejor que sus camisetas recién lavadas.
Nadie que se levante a las 5 de la mañana para llevarme a la estación.
Nadie que note tras un mes sin vernos que me he cortado un milímetro del flequillo.
Nadie que me deje los calcetines blancos y me queden gigantes.
Nadie que se levante a las 8 pero que se espere a desayunar hasta las 11 por hacerlo conmigo.
Nadie que me haya regalado un disco de Fran Perea.
Nadie que haya parado a Alvaro Benito por la calle para hacerse una foto con él y me la haya dedicado. Las dos sonrisas más bonitas de Madrid.
Nadie que me achuche a las dos de la mañana y se quede hasta que me duerma, y que al irse, lo haga con un beso.
Nadie que se levante a las 7 solo para abrazarme y darme suerte.
Nadie que me aguante tantas horas diarias.
Nadie que se pique conmigo echando un futbito.
Nadie que me saque a hombros del mar porque en la orilla hay muchas algas.
Nadie que me deje acariciarle la barba cuando está a puntito de dormir.
Nadie que se ponga a bailar conmigo porque no quiere tonterías con el pesado de turno.
Nadie que me diga que soy la puta ama y que se lo diga a todo el mundo.
Y tantos nadie, nunca nadie. Excepto él. Él es ese nadie hecho carne.
Porque mi zumo de naranjas se hizo hace mucho tiempo y él se encargó de que nunca se le fueran, y se me fueran, las vitaminas. Y porque él es la mía diaria.
Cómo diablos se puede quererte tan fuerte.
viernes, 12 de junio de 2015
Tan fuerte.
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