martes, 5 de febrero de 2019

Febrero

Se me ha olvidado que era tu cumpleaños.
Hoy, después de recordar esta fecha tres inviernos seguidos, con casi más emoción que el mío.
Se me ha olvidado y cuando alguien te ha felicitado me he querido esconder. Para que no vieras que me daba vergüenza no acordarme así de ti.
Me he sentido rara, ametrallandome a preguntas para confirmar que de verdad lo era.
Me he querido contener para no levantarme e ir a por ti, y en parte lo he hecho, al menos la parte de mí que no te ha abrazado más de 3 segundos.
He pensado en ti con frecuencia estos días, dudando en si abrirte una conversación era buena idea.
Al final he acabado reconociendo que odio sentirme vulnerable por ti, y que por eso decido ignorar esta oleada de sentimientos cada vez que te me apareces.
Tu cumpleaños me ha alterado el eje, más que nunca, con una culpabilidad nueva que me ha dolido por primera vez. Porque ha sido sin querer. Porque me he olvidado de ti sin querer, que es la única manera real de conseguirlo.
Y aún sé que te veré cumplir muchos años más con el corazón ardiendo de ganas, y que caeré en tu rutina con la facilidad de las primeras veces, con la claridad de las primeras sonrisas y con el descontrol del primer día.